
¿POR QUÉ?
El café de Colombia es mundialmente famoso por su sabor y el inconfundible aroma suave pero rico que surge de cada preparación. Eso puede explicar por qué hemos estado exportando nuestro café durante casi 200 años y, durante la mayor parte de ese tiempo, ha sido nuestro principal producto de exportación. Hay muchos secretos de nuestro éxito, pero nuestra geografía es sin lugar a dudas uno de ellos. El café crece mejor en suelos volcánicos, a altitudes de 1.200 a 1.800 metros, en lugares libres de heladas pero que reciben alrededor de 80 pulgadas de lluvia al año. Colombia cumple todos esos requisitos.
¿DÓNDE?
La zona cafetera de Colombia o eje cafetero (Paisaje Cultural Cafetero) en el centro de nuestro país produce la mayor parte de nuestro café. Abarca las zonas cafetaleras de Caldas, Quindío, Risaralda y el norte del Valle. Pero el cinturón cafetalero no se lleva todo el protagonismo y el sabor de cada grano varía según su origen. Antioquia, Cundinamarca, Boyacá y el norte del Tolima tienen condiciones similares al (Paisaje Cultural Cafetero) y además cosechan durante todo el año. El café cultivado en nuestras zonas más cálidas, más al norte y de menor altitud -como la Sierra Nevada de Santa Marta, las montañas de Perijá, Casanare, Santander y el Norte de Santander- tiene una acidez más baja y un cuerpo más completo. Mientras que los frijoles del sur de Nariño, Cauca, Huila y el sur del Tolima crecen en altitudes más altas, más cerca del ecuador, lo que les confiere una mayor acidez y un dulzor muy buscado. Colombia básicamente tiene un frijol para todos los gustos.
¿QUÉ?
Y ese es otro secreto de nuestro éxito. Nuestros granos. Las especies de arbustos de café más importantes del mundo son la Cofea Arabica (arábica) y la Cofea Canephora (robusta) y todo el mundo sabe que la arábica tiene el mejor sabor (podemos ser un poco parciales en eso, pero la pista está en el nombre, robusta es más barato, contiene más cafeína y tiene mayor rendimiento) El café colombiano es 100% arábica. No hay sorpresas ahí.
¿CÓMO?
Nuestra cosecha también cambia las reglas del juego. Algunos países prefieren la recolección en tiras, lo que significa arrancar todas las cerezas de café de la rama de una sola vez, generalmente con una máquina. En las montañas de Colombia, nuestra norma es “seleccionar” o seleccionar sólo las cerezas completamente maduras. Nuestros recolectores de café examinan un árbol aproximadamente cada 10 días y un buen recolector puede cosechar hasta 90 kilos de cerezas rojas maduras al día de esa manera, alrededor de 18 kilos de granos de café. Sólo pensar en ello es suficiente para provocar sed. ¡Es hora de tomar un café!